La visión de Stefano Gabbana, nacido en Milán, para la casa de moda de lujo que cofundó en 1985 con Domenico Dolce siempre ha estado arraigada en la devoción por Italia y la riqueza de su patrimonio. "Siento una profunda pasión por mi país de origen. He tenido la suerte de viajar mucho a lo largo de mi vida, pero ningún lugar me fascina más que Italia", reflexiona Gabbana. "Como uno de los países más antiguos y con mayor riqueza histórica del mundo, Italia es una fuente inagotable de inspiración para muchos, en todo el planeta. Su influencia puede verse en todas partes: en la moda, el arte, la arquitectura, la cocina y las tradiciones."
Desde sus inicios, Dolce & Gabbana ha sido un orgulloso embajador de ItaliaEl dúo de diseñadores se ha inspirado en la nación'de la herencia artesanal, cultural y temática de Italia para dar forma a sus decadentes visiones del arte italiano. De todas sus influencias, Sicilia ha sido el más profundo. "La verdadera chispa surgió cuando conocí a Domenico Dolce, mi socio y querido amigo, que es originario de Sicilia", dice Gabbana, recordando cómo "me introdujo en las tradiciones de su tierra natal, enseñándome tanto sobre su significado y belleza". Reflexiona sobre cómo él y Dolce, "reconocieron inmediatamente un amor compartido por nuestras raíces, y de esa conexión nació una visión: contar la historia de Italia a través de la creatividad, el estilo y la belleza. Nuestras colecciones no son solo moda: son historias, recuerdos, símbolos y cultura italianos."
"La familia es un pilar fundamental para los italianos: representa nuestras raíces, nuestra identidad y nuestro sentido de pertenencia".
Este impulso narrativo está arraigado no sólo en el diseño de las colecciones de la casa, sino también en su dedicación a la artesanía. "Italia es tierra de excelencia, y su artesanía es realmente única, inigualable, aunque muchos intenten imitarla", afirma Gabbana. En un mundo de la moda cada vez más impulsado por la remuneración económica, la tecnología y la velocidad, Gabbana ve el trabajo de la marca no sólo como un acto de creatividad, sino como una misión para salvaguardar el patrimonio. Para él, garantizar que el alma de la artesanía italiana nunca se pierda en la traducción es tan vital como dar forma al futuro del propio diseño. Describe el deber que tanto él como Dolce sienten "de transmitir a las generaciones futuras el inmenso potencial que encierra nuestro país, y de garantizar que este legado de belleza, habilidad y tradición siga prosperando".
Este compromiso con la artesanía se extiende hacia el futuro, garantizando que las habilidades y el espíritu de la artesanía italiana no se olviden con el tiempo. Se trata de preparar a las próximas generaciones de artesanos y diseñadores, enseñándoles el dominio técnico del pasado y también los valores que lo sustentan. Para Gabbana, esto significa descubrir, tutelar, inspirar y guiar a los talentos emergentes. "Enseñar a las nuevas generaciones nuestras experiencias es esencial, aunque nuestro viaje sea único", afirma. "Compartir experiencias significa transmitir valores, identidad y visión, incluso cuando no todo refleja lo que somos". En su opinión, la enseñanza salvaguarda la continuidad, vinculando pasado y futuro a través de un hilo común de artesanía, creatividad y respeto por el patrimonio.

Para Gabbana, los valores de independencia y liderazgo familiar conforman tanto su visión del mundo como la estructura de la casa que ayudó a construir. "La familia es un pilar fundamental para los italianos: representa nuestras raíces, nuestra identidad y nuestro sentido de pertenencia", explica. "La's cada vez más difícil mantener estos valores, pero nos comprometemos cada día a preservarlos y llevarlos adelante". Aunque el sector ha visto cómo muchas casas han sido absorbidas por marcas de propiedad corporativa, Dolce & Gabbana sigue siendo ferozmente independiente. "Por supuesto, ser independiente es un reto, sobre todo en tiempos como los actuales, en los que las finanzas parecen haber primado sobre la moda y la creatividad. Pero seguimos decididos a seguir nuestro propio camino, manteniéndonos fieles a nuestros valores, nuestra visión y aquello en lo que creemos profundamente."
De cara al futuro, Gabbana considera que el propio concepto de lujo está evolucionando, moldeado por la innovación y la sostenibilidad, pero arraigado en la adaptabilidad. "Es muy fácil responder siempre de la misma manera, pero muy difícil", reflexiona. "Como dijo Darwin, no sobrevive la especie más fuerte ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta al cambio". En este sentido, Dolce & Gabbana'El patrimonio no es una herencia estática, sino un recurso vivo, continuamente reinterpretado para cada nueva época.
En la casa Dolce & Gabbana, la tradición no es nostalgia. Es la base sobre la que se construye el futuro, garantizando que cada puntada lleve tanto la memoria como la visión. La relevancia duradera de la marca reside en su capacidad para contar historias atemporales, pero en constante evolución: historias de familia, de artesanía, de Italia y de la resistencia necesaria para prosperar en un mundo en constante cambio.